Taxonomía que se adentra al corazón,
con un verdugo que sabe lo que hace,
donde miles de maquinas se despellejan en cadena
y la distopia de lo bello y sublime no deja de hacer ruido,
avanza, se materializa
mis dedos resbalan suavemente en esa piel artificial,
esa piel que desgarra y perfora lentamente mis manos,
silicon que penetra y se inyecta a mi cuerpo,
y en un arrebato idiota decido quitarme la piel
la arranco como me es posible,
y nada...
una implosión de veneno se expande en mis venas,
decido desgarrarme,
y nada
solo empeora
las máquinas comienzan a reír
y yo no sé que hacer
solo concibo llorar y esperar
y nada,
espero la nada...
y la nada evidentemente no espera nada. Tala.
18 años
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Kurt Cobain es un dios mentiroso con el fuego en la garganta
y yo estoy mudo en el yermo de las criaturas matemáticas
nómada de mi sangre busco la voz que se...
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